
Soluciones prácticas para iluminar cada habitación de tu casa sin cometer errores
La iluminación del salón
La luz es uno de los elementos más importantes que influyen en la arquitectura, la pintura, la escultura, la fotografía y, también, en el diseño de interiores y la decoración. Con el simple accionar de un interruptor, esta puede transformar totalmente un interior. La luz marca la diferencia entre una estancia triste y sin interés y un lugar alegre, cálido y acogedor. Una buena iluminación proporciona calma y relajación, hace que los espacios sean más agradables, crea intimidad, focaliza el interés en zonas determinadas, destaca elementos arquitectónicos interesantes, acentúa el diseño y realza la decoración.
Dominar la luz, conducirla, optimizarla, reflejarla, emplearla conscientemente, son algunas de las acciones que guían a los arquitectos, interioristas, y artistas, en general, en la creación de un proyecto arquitectónico, decorativo o artístico. Si hoy en día es reconocido el papel central que juega la iluminación, todavía son pocas las personas que aplican y saben explotar el infinito potencial de creatividad que esta brinda.

En este post y otros posteriores, podrás conocer algunas soluciones prácticas para conseguir una iluminación adaptada a las necesidades de cada estancia de la casa, así como, una acogedora atmósfera en cada una de las habitaciones. Esta primera entrada, la dedicaré a la optimización de la iluminación del salón. En sucesivas publicaciones, trataré el tema de la iluminación de la cocina, el dormitorio principal, el dormitorio de los niños, el cuarto de baño, la entrada y escaleras, la habitación de trabajo, la terraza o balcón y el jardín.

El salón es la estancia principal de la casa, el escaparate de nuestro estilo personal. En él, exponemos nuestras piezas decorativas preferidas, es la habitación a la que dedicamos un mayor presupuesto a la hora de decorar nuestro interior. La sala de estar es un espacio polivalente que sirve como lugar de descanso, al mismo tiempo que acoge actividades tan variadas como mirar televisión, escuchar música, leer, recibir a los amigos y en muchos hogares es, también, sala de juegos para los niños o lugar de trabajo para los adultos. Teniendo en cuenta estos aspectos, la iluminación acertada del salón juega un papel muy importante en la realización de estas actividades y otras que se pueden efectuar en él. Desde el punto de vista estético y funcional, es conveniente utilizar los cuatro principales tipos de iluminación: iluminación general, puntual, de ambiente y decorativa. Veámoslos con más detalle.

Tipos de iluminación
Iluminación general. Es la luz principal que, generalmente, utiliza uno o varios puntos de luz colgando del techo, instalados en este o en apliques de pared. Casi siempre, se puede encender y apagar desde la entrada de la habitación.
Iluminación puntual. Es un tipo de luz más intensa y centrada que tiene por objeto iluminar un área de trabajo o actividad. Es un buen complemento de la decoración y casi siempre acompaña a la luz general. Para zonas de lectura y escritura se emplean lámparas de pie o de mesa. Los apliques de pared en la iluminación puntual son útiles para áreas de preparación de comidas y áreas de trabajo y hobbies. La condición óptima es que la fuente de luz puntual sea clara y directa pero no deslumbrante. En baños y cocinas la luz puntual es tan importante como la luz general.
Iluminación de ambiente. Es un tipo de iluminación más teatral, cuyo objetivo es precisamente el que denota su propio nombre, generar luz para ambientar un espacio y aportar calidez. Generalmente, emite una luz que no resulta suficiente para iluminar una actividad, sin embargo, resulta fundamental para crear sensaciones. Puede conseguirse mediante la forma en la que se colocan las luces o bien jugando con lámparas de pie y de mesa. Un recurso interesante es utilizar reguladores de intensidad para convertir la luz general o puntual en luz de ambiente.
Iluminación decorativa. Se utiliza para realzar detalles arquitectónicos, así como, iluminar especialmente un objeto, por ejemplo, un cuadro, una escultura o una planta.


Vistos los tipos de iluminación, he aquí algunos consejos para lograr una atmósfera acogedora y cálida que haga de tu salón el lugar preferido de tu casa.
1.
Planificar, es una palabra que se repite constantemente en el diseño de interiores y es la base de cualquier proyecto, por pequeño que este sea. Así que, lo primero es planificar el espacio. Piensa que uso le vas a dar a tu salón, donde estará la zona de estar, donde colocarás el sofá, si vas a crear un rincón de lectura, si la televisión estará en él. Piensa, anota tus ideas y planifícalas. Algo importante a tener en cuenta es la luz natural, esta es la base con la que cuentas.
2.
Ahora que ya has decidido donde colocar el mobiliario que amueblará tu salón y los colores, textiles y accesorios que vas a emplear, debes vincular todos estos elementos. Para tal fin, utilizarás los cuatro tipos de iluminación que antes mencioné (general, puntual, de ambiente, decorativa). A mí me gusta pensar que la luz es el elemento etéreo que vincula a los elementos de naturaleza tangible, en este caso tu mobiliario y accesorios decorativos.

3.
Crea áreas diferenciadas, pero integradas en un mismo espacio. Define los distintos ambientes de tu salón: estar, rincón de lectura o para escuchar música, comedor, rincón de trabajo. Emplea el tipo de iluminación adecuada para cada ambiente. Si se trata de la zona de descanso, es preciso diseñar una atmósfera tranquila y cálida. En el comedor y la zona de trabajo, la luz puntual, directa, es casi imprescindible. La iluminación decorativa es perfecta cuando miramos televisión. La de ambiente es casi un complemento de la relajación cuando escuchamos música o leemos.
4.
Utiliza lámparas de sobremesa. Estas pueden llegar a ser la única luz de tu salón en determinados momentos del día. Escoge tus lámparas en correspondencia con el estilo que tiene tu salón. Utilízalas solas, en pareja, o en tríos de un mismo estilo. Las lámparas de mesa son un buen recurso para reforzar la iluminación general, al mismo tiempo que crean volumen en el espacio.

5.
La zona del sofá. El sofá es la pieza de mobiliario principal del salón. Mueble versátil utilizado para el descanso, recibir visitas, mirar televisión, leer y escuchar música. En principio esta zona debería iluminarse con una luz indirecta, de ambiente, que proporcione calidez e invite a relajarse, cuando se utiliza solo este tipo de iluminación. Al mismo tiempo, y en conjunto con la iluminación general, esta luz servirá para recibir a tus amigos o realizar otras actividades que requieren más iluminación. Utiliza lámparas de pie o suspendidas, así en muchos momentos del día prescindirás de la luz general. Un truco evidente, pero que pocas personas utilizan, es colocar una lámpara de sobremesa sobre una mesilla auxiliar al lado del sofá. ¡Verás la diferencia!

6.
El rincón de lectura. Si está bien iluminado, será tu rincón preferido. Si no lo está, será territorio de nadie, que servirá solo para llenar el espacio. Una lámpara de pie o de sobremesa son las mejores opciones. Una lámpara suspendida encima de una mesilla auxiliar puede ser una opción interesante, si la instalación eléctrica de tu casa lo permite.
Lee mi post “Como crear un rincón de lectura en tu salón”. Te doy las claves principales para crear un espacio acogedor para la lectura en tu salón.

7.
Temperatura de color. Uno de los aspectos más importantes de la iluminación. Y ¿te digo un secreto?, es en lo que primero me fijo en un interior. Elegir la temperatura de color idónea para la iluminación es tan importante como la cantidad y tipos de puntos de luz. Compra luces led de bajo consumo y ten en cuenta la temperatura de color de las mismas, si no quieres que tu salón parezca un quirófano o una oficina.

Un buen proyecto lumínico es aquel que integra toda la iluminación, crea ambiente y proporciona confort. Es importante que las fuentes de luz que tienen luz propia no colisionen con el resto, de manera que al ubicar la televisión, por ejemplo, no haya reflejos incómodos. Utiliza reguladores de intensidad, cuando sea posible, para lograr versatilidad y eficiencia. Con ello, podrás adaptar la intensidad de la luz con respecto a los diferentes momentos del día y actividades.

Hasta aquí algunas soluciones prácticas y fáciles de emplear para la iluminación de tu salón. Anímate a crear una atmósfera acogedora y cálida en tu sala de estar. Muchas veces se necesita solo algo de creatividad y motivación para lograr grandes resultados.